

Estimado/a amigo/a
Si has decidido leer esta carta es porque te interesa la Región de Murcia y eres consciente, por encima de matices o afi nidades ideológicas, de la importancia histórica que envuelve la cita electoral del próximo 28 de mayo. Me gustaría que tu voto tuviera una capacidad transformadora y regeneradora a la altura del reto al que nos enfrentamos como sociedad y, como tal, le doy la importancia debida y te hago partícipe de este proyecto.
Los problemas, los retos y las incertidumbres son enormes, pero lejos de abrumarte con ellos me gustaría que contribuyeras a convertirlos en soluciones, logros y certezas. Que el tuyo, en defi nitiva, no sea un voto resignado, sino un acto de confi anza y esperanza en una nueva etapa.
Vivimos en una tierra hermosa en la que, afortunadamente, la voluntad, la generosidad, la perseverancia y el esfuerzo de sus habitantes ha permitido minimizar las consecuencias de un contexto económico y social muy complicado, así como sobreponerse a la inefi cacia de un gobierno autonómico al que poco le queda que ofrecer. Un gobierno regional lastrado y agotado tras casi tres décadas de monopolio institucional.
Treinta años de soberbia y de privilegios para unos pocos, con un expresidente condenado a más de tres años de prisión y 17 de inhabilitación especial para cargo o empleo público, y otro con juicio oral abierto para quien la Fiscalía pide 11 años de prisión, 20 de inhabilitación absoluta y 27 de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
Esto nos reafi rma, aún más si cabe, la urgente necesidad de acometer una profunda transformación social y económica que devuelva la confi anza en la política, para que los ciudadanos la recuperen como ese espacio digno en el que resolver sus verdaderos problemas.
Ante esta situación, sólo hay dos posibilidades, votar por la continuidad y seguir siendo víctima del problema, o rebelarse como protagonista necesario de la solución y transformar nuestra queja en movilización en las urnas.
Así pues, mediante esta carta, asumo contigo un compromiso personal que trasciende lo estrictamente político y que siempre antepondrá las necesidades reales de los ciudadanos a los intereses partidistas.
Como alcalde, fui consciente de la importancia y el valor de la cercanía y de la palabra dada. Valores que pretendo trasladar a la política regional como una nueva forma de ejercer la presidencia, para abrir un nuevo tiempo de esperanza.
Para lograrlo, pido tu apoyo de manera responsable y humilde, con el convencimiento de que juntos conseguiremos la Región que merecemos.
